
As the Gods Will es una película japonesa de 2014 (basada en el manga del mismo nombre) que ya colocaba a los participantes de juegos infantiles en una situación de vida o muerte.
Mucho antes de que El juego del calamar se convirtiese en un fenómeno (la producción coreana ya es la serie más vista de Netflix), hubo una película que ya proponía la idea de convertir juegos infantiles tradicionales en pruebas mortales.
Se trata de la película As the Gods Will, de 2014, y está dirigida por el prolífico Takashi Miike. Es el director japonés que nos brindó la adaptación de los videojuegos Yakuza y Ace Attorney. También se ha atrevido a dirigir numerosas adaptaciones del manga a películas de imagen real.
En Amazon Prime Video tienes algunos ejemplos de su trabajo como Terraformars, o la propia As the Gods Will, y en Netflix se encuentra La espada del inmortal, basada en el manga de samurais.
Miike es uno de los directores más arriesgados del panorama cinematográfico japonés, y consiguió su popularidad con cintas de terror como Audition o Ichi The Killer.
En este caso, con As Gods Will (Como los dioses quieran) adaptaba el primer arco argumental de Kami-sama no Iu Tōri. Y, al igual que ocurre en El juego del calamar, el argumento se puede resumir de manera muy breve en cómo los alumnos de un instituto se tenían que enfrentar a una serie de juegos tradicionales.
Lo más curioso es que aquel jugador que perdía en cualquiera de estos juegos, tenía que enfrentarse a la muerte, como en la serie de moda.
Hay más coincidencias. La primera prueba de la serie, en el capítulo Luz roja, luz verde, es una versión macabra del escondite inglés, dirigida por una muñeca con una cuenta atrás.

Pues bien, la primera prueba en As Gods Will, es una versión del escondite inglés, en que un daruma (un muñeco que, según la tradición concede deseos -cuando lo pedimos le pintamos el primero y cuando se cumple, le pintamos el segundo- ) mata a aquellos jugadores a los que pilla moviéndose.
En este caso, en lugar de eliminar a los perdedores de un disparo, la cabeza les estalla, y en lugar de sangre, salpican bolas de color.
El segundo juego de la película consiste en ponerle el cascabel al gato. Sólo que en este caso el gato es un gigantesco maneki neko (esos gatos que mueven la pata para atraer clientes a los negocios) que puede aplastar o devorar a los estudiantes que pille.
A lo largo de la película aparecen más juegos tradicionales, igualmente peligrosos y relacionados con el folclore japonés, como una gallinita ciega con muñecas kokeshi, un shirokuma (oso blanco) con que jugar a verdad o mentira, y un juego de patada a la lata (que es una versión del escondite).
Los paralelismos con El juego del calamar son muy notables, aunque también es justo advertir que la película no es tan digerible para el público occidental como la serie. En cuanto a los personajes que participan en estas pruebas macabras, también encontramos algún parecido.
As the Gods Will está protagonizada por el actor japonés Sota Fukushi a quien a lo mejor reconocéis porque también ha participado en la película La espada del inmortal y en la adaptación de Bleach.
More Stories
Quentin Tarantino sorprende a Cannes; ofrece Master Class
Halle Bailey quiere dejar en huella en las nuevas generaciones: “todos somos fuertes y valiosos”
“The Boogeyman”: la escalofriante cinta basada en la obra de Stephen King que te dejará sin dormir