
Los fantasmas del “Jimenazo” de la temporada anterior se asomaron anoche en el Estadio Juárez, cuando los Indios, para sorpresa de la mayoría, cayeron ante Cuauhtemoc 1-2 en el inicio de los playoffs de la Liga Estatal de Beisbol.
La declive del bateo de los Indios sobre el final de la temporada se puso de manifiesto en este primer partido, al ser una vez más, incapaces de batearle a un lanzador zurdo. ¿Dónde ha estado el coach de bateo durante todo este lapso?. ¿No acude a los entrenamientos?. Lo peor es que para el segundo partido, Manzaneros enviará a otro zurdo a la loma para intentar llevarse el botín completo a casa.
El bateo oportuno no está, falleció en Indios. Ese temible bateo de la primera mitad de temporada está completamente ausente en el cuadro teporaca. Es ya habitual que se llene la casa y así se queden esperando ser remolcados al home los corredores indígenas. Son demasiados los jugadores que se quedan en las bases en posición de anotar los que deja Juárez. Parece que los managers rivales de toda la liga ya conocen a la perfección el talón de Aquiles del conjunto fronterizo: los pitchers zurdos. Solo es cuestión de traerles uno para nulificarlos por completo, A TODOS.
Perdió Luis Payan, que tuvo que salir por molestias en la apertura del sexto. No, esta vez no lo ayudaron sus compañeros. Y no lo ayudarán mientras el lanzador rival sea zurdo. Es verdaderamente asombrosa la incapacidad del cuadro fronterizo para batearle a los zurdos. Como también es asombrosa la cantidad de doble plays que provocan los bateadores indígenas que matan un probable rallie de carreras.
Aún hay tiempo, bastante, para recomponer el camino. Para ganar también hay que batear, lo que no está haciendo Juárez. No todo lo pueden hacer los lanzadores. De volver a perder hoy en la noche, prácticamente nos estaremos despidiendo, una vez más, de la posibilidad de que termine el largo ayuno de 22 años sin campeonato. De ganar, pudiera ser la señal del despertar de los Indios, que creyeron en las últimas series que el sólo jersey asustaría a los rivales.